Narran las crónicas antiguas…
Agrícola La Merlina, con el sabor y la magia de antaño.
En 1492, Sevilla se convierte en el Puerto por excelencia de las Américas. Los barcos, que navegaban río arriba a lo largo de las aguas del Río Guadalquivir, atracaban sus embarcaciones en La Merlina, un puerto de abastecimiento, hospedaje y curandería para los marineros que partían o regresaban del nuevo continente.
Los productos de la huerta, el aceite de oliva y los cítricos de La Merlina se convirtieron en moneda de intercambio entre España y las Indias, ayudando a prevenir la propagación de enfermedades como el escorbuto gracias al poder mágico de sus propiedades.
Un legado de nuestra historia de la que nace Agrícola La Merlina.
Formada por un grupo de agricultores de toda la vida, La Merlina se forma con el objetivo de preservar la herencia del puerto que le da nombre para seguir abasteciendo de aceite, productos de la huerta y frutas tanto a los locales y como a forasteros.